Con una creatividad y agudeza que lo caracteriza, hace poco más de 20 años don Pedro recuperó algunas semillas de calabaza grande, luego de haber quedado impresas en su memoria de infancia. Hoy comercializa de dos a tres variedades de calabaza junto a sus hortalizas en la feria de Tomé, además de algunas artesanías.

Cuando siembro la semilla de la calabaza la pongo con la patita para abajo y la guatita para arriba, todas paraditas. Eso es tradición de los antiguos, se le llamaba antes “el picoteo de la Lloica”, si no es así, estresá’ total crece la planta, crece muy débil. No es como la semilla del poroto, que usted la planta como sea y sale.