Hija de familia campesina, se crió rodeada de 13 hermanos, conectada con las actividades propias de la vida agrícola. Sus primeros aprendizajes con la guitarra los adquirió observando a su hermana, quien tocaba para consentir los deseos musicales de su padre. Luego de algunos años en Santiago y otros lugares lejanos, volvió a su tierra natal para quedarse.
Fueron más de 20 años sin tocar, pero sus experiencias de infancia quedaron retenidas en su memoria y la afinación Tercera Alta nunca la olvidó. Hoy es reconocida como cantora tradicional y junto a Florcina Flores, participan en diversas actividades de la comuna de Quilleco para amenizar con sus tonadas, cuecas y valses.
Y aquí estoy ahora con la cuestión de la guitarra, con ganas de salir adelante y hasta donde pueda darles movimiento a los dedos voy a seguir.
Hija de familia campesina, se crió rodeada de 13 hermanos, conectada con las actividades propias de la vida agrícola. Sus primeros aprendizajes con la guitarra los adquirió observando a su hermana, quien tocaba para consentir los deseos musicales de su padre. Luego de algunos años en Santiago y otros lugares lejanos, volvió a su tierra natal para quedarse.
Fueron más de 20 años sin tocar, pero sus experiencias de infancia quedaron retenidas en su memoria y la afinación Tercera Alta nunca la olvidó. Hoy es reconocida como cantora tradicional y junto a Florcina Flores, participan en diversas actividades de la comuna de Quilleco para amenizar con sus tonadas, cuecas y valses.
Y aquí estoy ahora con la cuestión de la guitarra, con ganas de salir adelante y hasta donde pueda darles movimiento a los dedos voy a seguir.