Dominga junto a su familia son un ejemplo del concepto de agricultura familiar campesina. En su predio, ubicado a orilla de camino en el sector de Curalí Alto, Paso Largo, desarrollan cultivos de huerta y crianza de animales. Ambos permiten el consumo familiar, mientras que el excedente se destina a la comercialización. Como señala Dominga, ningún cultivo o crianza por sí sola les permitiría sostenerse económicamente durante todo el año.
La huerta de su casa es diversa e incluye una cuota importante de los ecotipos de ajíes que en esta zona resguardan, huaipe, cacho de cabra y puta madre. La tradición de ahumar es un legado familiar no solo para los ajíes, sino también para verduras y carnes que se conservan para acompañar la mesa invernal.
En el fogón ahumábamos sobre todo los chanchos, los charquis de animal igual, los aliñábamos y los colgábamos, y quedaban super ricos, salados con un poquito de ají y de ahí se ahumaban. El vacuno con sal y merkén, el chancho lo aliñábamos con sal, a veces merkén, que casi no se le echa mucho al chancho. Le echábamos más orégano, solamente sal y orégano, y se colgaba hasta que casi se secaba. Ahí lo íbamos dando vuelta, después cuando ya casi se secaba había que irlo comiendo.
Dominga junto a su familia son un ejemplo del concepto de agricultura familiar campesina. En su predio, ubicado a orilla de camino en el sector de Curalí Alto, Paso Largo, desarrollan cultivos de huerta y crianza de animales. Ambos permiten el consumo familiar, mientras que el excedente se destina a la comercialización. Como señala Dominga, ningún cultivo o crianza por sí sola les permitiría sostenerse económicamente durante todo el año.
La huerta de su casa es diversa e incluye una cuota importante de los ecotipos de ajíes que en esta zona resguardan, huaipe, cacho de cabra y puta madre. La tradición de ahumar es un legado familiar no solo para los ajíes, sino también para verduras y carnes que se conservan para acompañar la mesa invernal.
En el fogón ahumábamos sobre todo los chanchos, los charquis de animal igual, los aliñábamos y los colgábamos, y quedaban super ricos, salados con un poquito de ají y de ahí se ahumaban. El vacuno con sal y merkén, el chancho lo aliñábamos con sal, a veces merkén, que casi no se le echa mucho al chancho. Le echábamos más orégano, solamente sal y orégano, y se colgaba hasta que casi se secaba. Ahí lo íbamos dando vuelta, después cuando ya casi se secaba había que irlo comiendo.