Reside en la localidad de Camaguey Sur, sector rural enclavado en los cerros de la comuna de Toltén. De oficio maestra curadora de semillas y maestra de culinaria tradicional, por más de 20 años se ha preocupado por recuperar, difundir y traspasar el legado del patrimonio agroalimentario del territorio costero de La Araucanía. Uno de sus productos más reconocidos es el licor de maqui, el cual comercializa a través de su trabajo independiente “Delicias y Sabores del Toltén”.
Durante 10 años fue presidenta de la Mesa de Mujeres Rurales de Toltén, obteniendo después de varios años de esfuerzo el sueño del Mercadito Yicalay Pu Zomo, donde no solo han logrado la comercialización de productos agroalimentarios de sus socias, sino también recuperar saberes y parte de la biodiversidad cultivada a través de los Trafkintüs.
“La tierra vive y es productiva si se alimenta y se cuida. Mi suegra me heredó hace más de 40 años este huerto con diversas semillas, donde fui resguardando semillas heredadas de mi madre y de mi abuela. Lo he cuidado y he ido incorporando nuevas hierbas y arbustos, tanto medicinales como frutales, ampliándolo y enriqueciéndolo con mucha diversidad. Cuando recibí este espacio estaba deteriorado y vacío, mi suegra hacía cuatro años había fallecido, pero encontré en un “sobrado” -espacio entre el fogón y el techo para secado de comidas-, una canasta con muchas y apolilladas semillas. Aunque era demasiado joven cuando las vi, me enamoré de ellas y ¡manos a la obra…!, ya que eran mis ladrillos para construir”.
Reside en la localidad de Camaguey Sur, sector rural enclavado en los cerros de la comuna de Toltén. De oficio maestra curadora de semillas y maestra de culinaria tradicional, por más de 20 años se ha preocupado por recuperar, difundir y traspasar el legado del patrimonio agroalimentario del territorio costero de La Araucanía. Uno de sus productos más reconocidos es el licor de maqui, el cual comercializa a través de su trabajo independiente “Delicias y Sabores del Toltén”.
Durante 10 años fue presidenta de la Mesa de Mujeres Rurales de Toltén, obteniendo después de varios años de esfuerzo el sueño del Mercadito Yicalay Pu Zomo, donde no solo han logrado la comercialización de productos agroalimentarios de sus socias, sino también recuperar saberes y parte de la biodiversidad cultivada a través de los Trafkintüs.
“La tierra vive y es productiva si se alimenta y se cuida. Mi suegra me heredó hace más de 40 años este huerto con diversas semillas, donde fui resguardando semillas heredadas de mi madre y de mi abuela. Lo he cuidado y he ido incorporando nuevas hierbas y arbustos, tanto medicinales como frutales, ampliándolo y enriqueciéndolo con mucha diversidad. Cuando recibí este espacio estaba deteriorado y vacío, mi suegra hacía cuatro años había fallecido, pero encontré en un “sobrado” -espacio entre el fogón y el techo para secado de comidas-, una canasta con muchas y apolilladas semillas. Aunque era demasiado joven cuando las vi, me enamoré de ellas y ¡manos a la obra…!, ya que eran mis ladrillos para construir”.